La nueva jornada laboral de 40 horas

¡Bienvenidos! En esta serie de 3 blogs, compartiré con ustedes las tres noticias legales más importantes del año 2023, una por semana y con la pretensión de informar en términos sencillos y promover el debate y la conversación. Si quieres, déjanos un comentario: nada es más estimulante que tu participación.
¡Partamos!
El Congreso Nacional aprobó, por amplia mayoría en ambas Cámaras, la reducción progresiva de la jornada laboral de las 45 horas actuales a 40 horas. Aunque suene simple, es bastante más complejo.
Se trata de un cambio progresivo. Esto quiere decir que la reducción no será instantánea, sino que se hará en un plazo de 5 años contados desde su publicación, que ocurrió el 26 de abril de 2023.
A contar del 26 de abril de 2024 la jornada se reduce a 44 horas; el 26 de abril de 2026 se reduce a 42 y el 26 de abril de 2028 se reduce a 40.
Junto con la reducción de horas, la ley agrega algunas fórmulas novedosas de cálculo de jornada laboral permitiendo que sean determinadas en base a promedios semanales e incluye permisos especiales para cuidadores y padres con niños menores.
Además se establecen incentivos para que las empresas de menor tamaño que implementen de manera anticipada la reducción de la jornada laboral. En particular, se les asignará un puntaje adicional para los instrumentos de capacitación y apoyo que administra la CORFO, Sercotec y Sence.
Hay tantas razones por las que la modificación a la jornada laboral es relevante, que cuesta ordenar las ideas.
En primer lugar, la jornada laboral resulta ser de los aspectos más sensibles de la legislación laboral. Su impacto es transversal: afecta a trabajadores y empleadores, siendo esencial en cualquier relación laboral. Para los empleadores es un aspecto determinante del diseño de sus procesos productivos y en el caso de los trabajadores, resulta de primer orden en su calidad de vida.
En segundo lugar, porque reveló que hay muchos aspectos de la legislación laboral en los que podemos hacer ajustes y mejoras. Y es que la estabilidad del marco jurídico, que es una legítima pretensión, no puede convertirse en una excusa que cercene la discusión democrática acerca de aquellos aspectos en los que, como sociedad, se puede debatir fórmulas para mejorar la calidad de vida de las personas.
En tercer lugar, porque la idea (planteada hace varios años por quienes hoy son Gobierno) provocó un debate al que se sumaron los sindicatos de la industria, las asociaciones de trabajadores, los sectores productivos y en general la sociedad en su conjunto. De esta forma, lo que al principio era una idea, terminó siendo una ley mucho más compleja, con incentivos a las empresas más pequeñas, facilidades para los cuidadores y una puesta en marcha en 5 años, dando a las empresas el tiempo para adaptar sus procesos productivos a esta nueva realidad. Nos demostró que, sin renunciar ni renegar de nuestras diferencias, podemos alcanzar acuerdos sensatos.
En cuarto lugar, porque nos obliga a hablar de productividad. En simple, ahora el tema será lograr que los trabajadores hagan en 40 horas el mismo trabajo que en 45 y para ello habrá que recurrir a capacitación, gestión y un largo etcétera en el que estamos al debe según la OCDE, que en su ranking 2022 de PIB per cápita por hora trabajada nos sitúa por debajo de Colombia o Costa Rica.
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Gracias por leernos.
Texto preparado por el abogado Carlos Andrés Oyarce Caroca. Imagen de pixabay.com

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